¿Interpretar o Traducir?
En principio, considero importante un acercamiento preciso a estos dos conceptos, a fin de evitar cualquier confusión. “Interpretar” consiste en explicar el sentido o significación de algo, a partir del conocimiento propio. Por su parte, “Traducir” es expresar algo, utilizando otro lenguaje, pero con la mayor fidelidad a ese algo original. Al momento de afrontar el tema de los Mitos, será importante obtener una traducción fiel del Mito, y proceder a su interpretación consiguiente poniendo a prueba nuestros propios conocimientos y capacidades.
Si bien es cierto, la interpretación tiene un poderoso contenido subjetivo, por ser el resultado de una apreciación individual, a lo largo del tratamiento que demos a los Mitos previstos en nuestro curso, trataremos de establecer un consenso en ideas-claves, para luego plantearnos el trabajo interpretativo.
Por lo tanto, creemos que hay una secuencia natural, al partir de la traducción y luego prosiguiendo a la interpretación de los mitos. No son conceptos contrapuestos ni sinónimos exactos. Son etapas de la “experiencia mítica” que, a nuestro entender, no está completa sin que concluya en una etapa final que no es otra que la “Aplicación”, la cual justamente ha sido omitida durante generaciones, porque múltiples corrientes han dejado de creer en su “realidad”. Como es sabido, nadie presta atención ni dedica esfuerzo alguno a lo que no cree. En el caso de la Mitología, dichas corrientes se conformaron con explorar la traducción e interpretación, con mayor o menor precisión, mientras que la aplicación fue desdeñada, particularmente en occidente, y ya no forma parte de programa educativo básico alguno.
Nos proponemos rescatar esta parte del proceso de la llamada “experiencia mítica”, no solo por considerar que un circuito natural fue -desde hace mucho tiempo- interrumpido, sino también porque en éstos nuevos tiempos, de claro impulso evolutivo humano, hay que aplicar conscientemente todas las capacidades espirituales disponibles. Esta intención responde a la filosofía Neo-humanista, que anima vigorosamente a nuestra Asociación Cultural Mandjet, y es un aspecto de nuestra contribución al progreso.
El Fenómeno de la Mitología Griega
Hoy en día se reconoce plenamente que hubo una influencia importantísima de las culturas y civilizaciones orientales, sobre muchísimos aspectos de la civilización Griega. El antiquísimo Egipto, la cultura brahmánica de la India y los Hebreos introdujeron conceptos sustanciales desde los tiempos más remotos en el mundo Egeo. Por milenios, estos influjos perduraron y se fueron transfiriendo en sentidos de ida y vuelta, favorecidos por la proximidad geográfica de los tres mundos (Asia, África y Europa) en la zona que hoy llamamos Cercano Oriente.
En la evolución de las mas grandes concepciones espirituales de Grecia –dentro de las cuales incluimos la Mitología- todos aquellos elementos foráneos que en distintas épocas llegaron a ese país, poco a poco se consolidaron, se adaptaron, maduraron y adquirieron finalmente un temperamento propio, brillante y magnífico. A este punto, la cultura griega es ya inconfundible, típica y clásica y grandiosa, es decir, alcanza la inmortalidad.
¿Por qué ocurrió en Grecia exactamente?
Además del factor geográfico que ya hemos mencionado, (por su estratégica ubicación fue punto de encuentro entre culturas), y un intercambio comercial e ideológico constante, en Grecia existieron otros factores determinantes. Hegel advierte que el elemento humano fue gravitante. Los griegos arios, como pocos otros pueblos tenían una impresionante capacidad de asimilación para con las lenguas, creencias y técnicas de otras culturas, junto a un criterio de selectividad basado en la agudeza de observación, profundidad reflexiva y sentido práctico. Una trilogía de talentos que no poseían otros conglomerados étnicos. A ello, habría que sumarle “otras virtudes del genio griego: su locuacidad, desbordante imaginación, y su voluntad indomable” –tal cual señala W. Jeaeger en su obra “Paideia”.
Mario Roso de Luna, añade otro elemento digno de resaltar, en lo cual coinciden investigadores tan serios como E. Zeller y J.A. Russo, es en una suerte de convergencia de energías espirituales, explosivas de por si, que se fijan en el área del Mar Egeo, en su clima físico y su territorio, a lo cual no es indiferente el pueblo que lo habita, y que contribuye con su temperamento e idiosincrasia, al fenómeno griego. Resultan ser la raza que mejor aprovecha dichas energías, las canaliza dándoles múltiples formas y manifestaciones, expresadas desde su portentoso arte escultórico o arquitectónico, hasta su genialidad filosófica y mitológica. Hay civilizaciones, como decía Haushoffer, “condenados” a ser faros y ejes para el resto del mundo. La herencia que habrán de dejar, después de sus existencias dramáticamente apoteósicas, será tan valiosa e inmensa, que los siglos posteriores no podrán dejar de considerarlos como referentes obligados, en la historia del mundo. Grecia es uno de ellos.
La Mitología, conceptos y utilidad de la Mitología Griega.
La actual definición de un Mito es bastante vaga e imprecisa. Se le define como fábula, ficción, leyenda o alegoría narrativa vinculada a la religión. No hemos encontrado mayor utilidad en estos conceptos del diccionario. Examinando libros especializados en mitología, fuimos descubriendo desde hace mucho tiempo, que aún ellos la definen de una manera inadecuada. Por ejemplo, identifican mitología como “narraciones de hechos y personajes sobrenaturales, en términos de pensamiento primitivo…”. En otros tratados encontramos lo siguiente: “mitología es el estudio de una forma de religión primitiva o antigua, mientras era una fe viviente”. Demás está decir que ninguna de estas definiciones nos dejaron satisfechos.
Tentados de construir nuestra propia definición, como base de un estudio orientado a un propósito mayor, fuimos encontrado otras definiciones algo más convincentes, tales como:
- “Investigación de los mitos o relatos referentes a explicaciones religiosas y
científicas, de la humanidad del pasado” (Lewis Spence)
- “Es divinizar hechos y personajes ilustres, para explicar el principio y fin de
todas las cosas” (Evémero)
A este punto, ya nos decidimos a ensayar una definición propia, sin la vanidad de creer que sea tan original, pero que sí recoja los aportes de lo conocido y nos sea realmente útil a la investigación. En ese plan, sugerimos el siguiente concepto:
“La Mitología es un sistema de relatos alegóricos, de contenidos simbólicos que aluden a realidades trascendentales, vinculadas al género humano y su evolución”
Como sistema de conocimientos, y por efecto del paso del tiempo, ha sufrido alteraciones y pérdidas, algo inevitable conforme las civilizaciones se van sucediendo. Asimismo, establece conexiones con otros sistemas ideológicos, tales como la Filosofía y la Religión. De allí que para muchos resulte difícil deslindar hasta dónde un Relato Mítico es parte de un contexto religioso o filosófico, y en menor escala con los contextos del folklore, la Historia y la Literatura. En todos ellos, y con mayor o menor presencia, los mitos participan de su elaboración. Pero la Mitología, como tal, ha de ser un estudio marginal –aunque no excluyente- de todos ellos, pues contiene en sus más claros símbolos, las claves de la evolución del Hombre.
Para la cosmovisión del mundo occidental, la Mitología Griega es el más afinado sistema de conocimientos alegóricos, destinado a explicar hechos entre el Hombre y la Naturaleza, al tiempo de sugerirle cursos de acción futura.
Albergamos una clara esperanza de poder re-plantear una concepción nueva, justa y pragmática, para el estudio de la Mitología. Mas allá del hecho de su valor y estética literaria, mas allá del sorprendente hecho de haber re-descubierto que en ella se ocultaban arquetipos intrínsecos de la naturaleza humana, tenemos el deber de dar el paso decisivo, que cierre el círculo de su propósito real, que es el de contribuír pedagógicamente hablando, a una vida mejor de todos nosotros, en función a la Virtud, el Deber y la Verdad.
Este breve estudio, que iniciaremos a continuación, es el principio de una larga pero sólida intención de compartir con quienes nos acompañen, la maravilla única de lo que llamaremos “Nuestra Experiencia Mítica”.
Prof. Fernando Velásquez Franco.
Director de la Asociación Cultural Mandjet.
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